La bola de cristal
Aun hoy día son pocos los programas televisivos que han conseguido mantenerme fiel en el sillón, y es que he de reconocer que ya desde pequeño fui muy critico con la calidad de las cosas.
Hoy día sigue siendo igual, cuando algo no me entra, se puede dar por ignorado de por vida, en mis años mozos abundaban las películas americanas de marcianos eh invasiones mutantes, nunca pude con esas series, con paneles llenos de lucecitas simulando tecnología, y aun menos con las caracterizaciones semi humanas.
En el campo televisivo más de lo mismo, hasta el punto que mis horas frente al televisor eran pura ficción ya que mi cabeza se cocían otros ingredientes de los que percibían el mero espectador, la música siempre fue importante, me dedicaba a ir cambiando las letras de la sintonías o simplemente ver todos los errores de maquillaje…pero si ese marciano parece de Mostotes.
Aun hoy no entiendo que me llamo la atención de este programa, algo se cocía en el ambiente, no se si la tan cacareada movida madrileña o la temática rompedora para la época, el caso que después de la bola de cristal, el resto de programas me siguieron pareciendo aburridos y faltos de imaginación, por no hablar de la bazofia con las que no bombardea en pleno 2007, si pasar un rato de televisión significa Isabel Pantoja y sus Miserias o demás esperpentos, mejor me abono a aquel programa del párroco que regaba macetas.
La masa esta tan embrutecida, que tan solo puede darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor si lo denuncia su Mercedes Milá particular, la misma encargada de lavarles el cerebro durante meses con sus niños del GH…si no le informa del devenir diario ni se enterarían que les subieron las hipotecas y el gas o que todavía no se construyeron los 180.000 piso prometidos, eso da igual, por que Pocholo se puso Tetas y Lola flores concedes entrevistas de ultratumba a Ikér Jiménez.